En el marco del Primer Concurso Literario School of Rock, auspiciado por Librabooks y Qué Leo Concón, nuestra alumna Isidora Morandé obtuvo el primer lugar en la categoría de 8 a 11 años con este entretenido cuento.
Hace un año tuve un sueño en el que podía sentir.
Diego era un músico triste e incomprendido. Un día encontró un aviso que decía: “Regalo loro”.
Llegó a una casa cubierta de plantas. En la puerta había una caja que decía Diego. La tomó con miedo y se fue.
Pasó días leyendo sobre loros. Buscó reservas de pájaros en la selva. Pensaba en cómo ayudarlo a encontrar felicidad.
Diego llevaba varios días alejado de la música y empezó a tocar bajito. El loro se empezó a acercar, hasta que, se paró frente al teclado y gritó:
-¡¡Pará Pará!!- (con acento argentino), - ¡¡te equivocaste, es un do mayor, do mayor!!-
- No te metás con Ceratti -.
El loro estaba eufórico y las canciones empezaron a sonar como nunca.
- ¡¡vamos con más fuerza!!-, gritaba.
-…de aquel amor, de música ligera...- , cantaba.
Al día siguiente, todo se sentía diferente. Diego volviendo le dice:
- ..eh, buenos días, lorito-
El loro le contesta:
-¡¡¡No me llames más lorito, mi nombre es Gustavo¡¡¡-, dijo como faltándole paciencia.
– eh… y olvídate de esas ideas de la selva. Odio el calor. ¡Te aclaro que soy un loro urbano y, por favor, dejá de hablarme bajito! -, agregó. - ¿Tenés una camisa a cuadros? -, terminó por preguntar.
Diego entendió en ese momento, que su loro era un rockstar …
Fue en ese instante del sueño en el que sucedió algo increíble: yo estaba tan emocionada que les hablé. Fue como si mi voz se transportara a otra dimensión.
Les dije: - ¿por qué no graban una canción y la suben a YouTube?-
Ellos me respondieron como si siempre hubiera estado presente.
Gustavo dijo: -¡Pero qué gran idea, ché… y si logramos que nos vean, nos invitan a Lollapalooza. Podríamos tener un escenario de selva tropical y cocacola gratis!-
En ese momento a los tres nos dio un ataque de risa. Diego me preguntó.
- ¿Isidora, cantas tú? -
"Conversamos sin parar pero como en el mundo de los sueños no hay tiempo, no puedo realmente saber cuánto estuve con ellos."
Entonces, les contesté: - ¿pero puede ser eso posible?,
Gustavo responde: - en un sueño todo puede ser posible-.
¿La canción quedó lista a la primera?, como si hubiéramos tocado mil veces juntos.
- Estamos listos.-, dijo Gustavo. Y, con un click en el botón subir, ya estábamos en YouTube.
Conversamos sin parar pero como en el mundo de los sueños no hay tiempo, no puedo realmente saber cuánto estuve con ellos.
De pronto, Diego, miró su computador con cara de impresión, y nos dimos cuenta que nuestro video tenía más de un millón de visitas y likes,
-¡SOMOS FAMOSOS!, gritó Gustavo.
Después de unos minutos, llegó un mensaje diciendo: “FELICIDADES, HAN SIDO SELECCIONADOS PARA CANTAR EN LOLLAPALOOZA”
Desperté confundida. Hay sueños que cruzan el límite de la realidad.
Desde ese día, siempre espero encontrar en YouTube el video que subimos o llegar a tiempo para tocar con ellos en el escenario tropical.