En el Primer Concurso Literario School of Rock, auspiciado por Librabooks y Qué Leo Concón, nuestra alumna Isidora Weber representó a nuestra escuela recibiendo una mención honrosa.  

Mi trayecto musical empezó antes de siquiera empezar a hablar. Con menos de un año de edad ya cantaba las melodías de comerciales que aparecían en televisión y canciones que salían en la radio. A pesar de no tener recuerdos de esto, son cosas que mi familia me repite en reiteradas ocasiones, ya que no era normal tener esa habilidad a tan temprana edad.

Años después entré al colegio, y la música se convirtió rápidamente en algo importante para mi vida. En segundo básico entré al coro de mi colegio. También en ese tiempo empecé a descubrir  y tocar distintos instrumentos como el metalófono, la flauta, el piano, entre otros. Por motivos de tiempo y horarios tuve que apartarme de la música para dedicarme a mis estudios, a pesar de que la música siempre fue algo que me hace feliz.

El año pasado por temas personales me retiré anticipadamente del colegio y decidí que era momento de volver a hacer lo que me gustaba, pero esta vez intentando cosas nuevas, con instrumentos que nunca había tocado, por lo que decidí entrar a School of Rock e inscribirme en clases de bajo.

Todos los profesores, staff y alumnos del School of Rock fueron muy amables conmigo cuando más lo necesitaba y siempre estuvieron ahí para mí. Esto me motivó a entrar al programa Performance en Enero de este año, donde aprendí más sobre mi instrumento, mejoré mi técnica con la ayuda de los mejores y conocí y probé otros instrumentos también.

Conocí a mucha gente que se hizo importante para mi muy rápido y que hicieron que me encariñara con lo que hago, además de motivarme a hacer más. Gracias a eso, a los profes, y al ambiente de la escuela, School of Rock se fue más que un lugar donde aprender y tocar, se convirtió en un hogar; una comunidad en la cual me sentía feliz y tranquila, y que cada vez que me voy, me quedo esperando el momento para volver a ir.

Los profes me motivaron a cantar de nuevo, cosa que había dejado por los comentarios del resto, que me desmotivaron e hicieron que lo dejara. Además me uní a clases de guitarra, y creo que nunca había estado tan feliz y tan llena de música en mi vida.

Creo que es definitivamente la mejor decisión que he tomado y no podría estar más agradecida. Le agradezco a mis padres, que me apoyaron cuando les dije lo que quería hacer,a mis profesores, que me motivaron a seguir. Y sobre todo, a School of Rock Concón Reñaca, que me dio un espacio donde tocar, una comunidad con quienes hablar y pasarla bien y un hogar, en donde me siento feliz y tranquila, donde puedo hacer lo que me gusta sin ser juzgada ni desmotivada. Les agradezco a todos los que me ayudaron a llegar a donde estoy. No sé qué haría sin ustedes. Gracias por todo lo que han hecho por mí.